Hasta ahora la empresa Telefónica Telecomunicaciones Públicas (TTP) (CABITEL) gestionaba todo el patrimonio y volumen de negocio de las cabinas nacionales que todos solemos ver en la calle pero en realidad gestiona un mayor patrimonio y quizás uno que si puede ser más rentable: El de las cabinas de los centros penitenciarios (que deben mantenerse y se separaron ya) y de los desfibriladores que se enmarcará en los servicios de salud que comercializa la operadora.
Como ya estudiamos en otro articulo cada día se llama menos desde las cabinas públicas y pese a que cada día hay menos su rentabilidad con el vandalismo y el hecho que se hablan pocos minutos, disminuye día a día debido al aumento del uso de la telefonía móvil que ya llega al 110% de la población.
Fusionar todo en Telefónica era un movimiento lógico ya que es posible que para más del 2018 desaparezcan las cabinas de la calle, algo que en particular podría favorecer el negocio perdido de los locutorios para aquellos que no tengan móvil o no estén legalmente en España y no tengan un pasaporte para dar de alta una linea móvil.
Parece que Telefónica no ha logrado hacer rentable las cabinas con la publicidad que se integra en ellas y el cierre de las cabinas se está planteando no solo en España sino en muchos países como en el Reino Unido dónde siguen estudiando si mantenerlas o no por un tema de historia o tomar decisiones más dramáticas y acabar con ellas.
