Tras ser comprada ONO con la correspondiente autorización de Europa por parte de VODAFONE en unos7200 millones de euros, VODAFONE debía reducir los costes y puestos duplicados que su fusión producía con el aval de la audiencia nacional el despido de 1059 trabajadores.
Siempre nos quedará la duda si fue bueno para la competencia la fusión de ambas compañías a alguien a parte de los propietarios de ONO, y si era necesario para su viabilidad el respaldo de un operador más fuerte o su muerte en caso de no hacerlo, pero la realidad es que ahora en España tenemos mucha menos competencia.
En cualquier caso VODAFONE sigue buscando reducir los gastos y en este caso tiene motivos y es que la antigua ONO se apoyaba de muchas empresas del grupo lo cual hoy en día no es eficiente: Muchas sociedades serán liquidadas y se producirá su disolución lo antes posible a la empresa matriz.
No se trata de un proceso sencillo ya que se debe transmitir en bloque sus activos y patrimonios a la matriz VODAFONE España: Algunas de las empresas que dejarán de existir son Grupo Corporativo Ono, Cableuropa, Tenaria, tal como ocurrió con la estrategia societaria que incluía Ono Midco, Spanish Cable Holding, Nara Cable Funding, Nara Cable Funding II, Ono Finance PLC II.
Esperemos que las decisiones de los operadores de crear grandes concentraciones de capital se demuestren efectivas en el futuro aunque en mi opinión y en defensa de la competencia la CNMC debería obligar por ley a revender los servicios de las 3 operadoras a un precio mayorista con margen del 35% a los distribuidores para ofrecer mayor competencia de mercado y beneficiar a los consumidores.
